Desarrollo Psicosocial

LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD 

Durante los años de la adolescencia aparece en escena la búsqueda de la identidad, definida como una concepción coherente del yo, compuesta por metas, valores y creencias con las que la persona establece un compromiso sólido. El esfuerzo de un adolescente por dar sentido al yo no es una "especie de malestar madurativo", sino que forma parte de un proceso saludable y vital que se basa en los logros de las etapas anteriores - sobre la confianza, la autonomía, la iniciativa y la laboriosidad-.

Erickson: Identidad Frente a Confusión de Identidad



La principal tarea de la adolescencia, es confrontar la crisis de identidad frente a confusión de identidad, o identidad frente a confusión de roles, de modo que pueda convertirse en un adulto único con un coherente sentido de yo y un rol valorado en la sociedad. de acuerdo con Erickson, la identidad se construye a medida que los jóvenes resuelven tres problemas importantes: la elección de una ocupación, la adopción de valores con los cuales vivir y el desarrollo de una identidad sexual satisfactoria.

Los adolescentes que resuelven satisfactoriamente la crisis de identidad desarrollan la virtud de la fidelidad, es decir, la lealtad, fe, o un sentido de pertenencia a un ser querido o a los amigos o compañeros. Erickson consideró que el principal peligro de esta etapa era la confusión de identidad o de roles, que puede demorar en gran medida la obtención de la adultez psicológica.



Diferencias de Género en la Formación de la Identidad

El sentido del yo femenino se desarrolla no tanto mediante la adquisición de una identidad separada sino por medio del establecimiento de relaciones. las niñas y las mujeres se juzgan a sí mismas por su manejo de las responsabilidades y por su habilidad para cuidar de otros y de sí mismas. La autoestima masculina tiende a estar vinculada con los esfuerzos por el logro individual, mientras que la femenina depende más de las conexiones con otros.

La evidencia predominante sugiere que las adolescentes tienen menor autoestima, en promedio, que los muchachos, aunque este hallazgo ha sido polémico. Varios estudios recientes han revelado que la autoestima disminuye durante la adolescencia, con más rapidez en el caso de las muchachas que en el de los varones, y luego se eleva de manera gradual en la adultez. Esos cambios pueden deberse en parte a la imagen corporal y a otras preocupaciones vinculadas con la pubertad y la transición de la secundaria a la preparatoria.



Factores Étnicos en la Formación de la Identidad

Para muchos jóvenes de los grupos minoritarios, la raza u origen étnico es crucial para la formación de la identidad. Hay tres aspectos de la identidad racial o étnica: conexión con el grupo racial o étnico propio, conciencia del racismo y logro arraigado, la creencia de que el logro académico es parte de la identidad de grupo. Por otro lado, la discriminación percibida durante la transición a la adolescencia puede interferir con la formación de una identidad positiva y dar lugar a problemas de conducta o depresión.

El término socialización cultural se refiere a las prácticas que enseñan a los niños acerca de su herencia racial o étnica, fomentan las costumbre y tradiciones culturales, y estimulan el orgullo por la propia cultura. Los adolescentes que han experimentado la socialización cultural tienden a mostrar una identidad étnica más sólida y más positiva que aquellos que no lo han hecho.



SEXUALIDAD 





Verse a sí mismo como un ser sexuado, reconocer la propia orientación sexual, aceptar los cambios sexuales y establecer vínculos románticos o sexuales, son aspectos que acompañan a la adquisición de la identidad sexual. La conciencia de la sexualidad es un aspecto importante de la formación de la identidad, que afecta de manera profunda las relaciones y la imagen que uno tiene de sí mismo. Si bien este es un proceso impulsado por factores biológicos, su expresión está definida en parte por la cultura. 

La Municipalidad de Santiago, en Chile, publicó un libro en el que pretende responder todas las preguntas que los adolescentes se hacen sobre la sexualidad. El libro contiene preguntas textuales que los adolescentes de manera anónima hicieron para mantener su confidencialidad. Recogieron las 100 que fueron a consideración las más importantes. El libro se puede obtener en el siguiente link: 100 Preguntas Sobre Sexualidad Adolescente

Orientación e Identidad Sexual 

La orientación sexual por lo general se convierte en un asunto apremiante en la adolescencia: que la persona sienta una atracción sexual consistente por personas del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual) o de ambos sexos (bisexual).  La heterosexualidad predomina en casi todas las culturas conocidas en todo el mundo, sin embargo, muchos jóvenes tienen una o más experiencias homosexuales, pero las experiencias aisladas o incluso la atracción o las fantasías ocasionales no determinan la orientación sexual. 

Buena parte de la investigación sobre la orientación sexual se ha enfocado en los esfuerzos por explicar la homosexualidad. Aunque alguna vez se consideró una enfermedad mental, varias décadas de investigación no han encontrado asociación entre la orientación homosexual y los problemas emocionales o sociales. Esos hallazgos obligaron a la psiquiatría a no clasificar a la homosexualidad como un trastorno mental en 1973.

No existe un camino único para el desarrollo de la identidad y el comportamiento gay, lesbico o bisexual. Debido a la carencia de formas socialmente aceptadas para explorar su sexualidad, muchos adolescentes gays y lesbianas experimentan confusión de identidad. Es posible que los jóvenes gays, lesbianas y bisexuales que no pueden establecer grupos de iguales que compartan su orientación sexual libren una batalla consigo mismos para reconocer que se sienten atraídos hacia personas de su mismo sexo. 

Conducta Sexual

De acuerdo con encuestas 42,5% de los jóvenes solteros de 15 a 19 años ha tenido relaciones sexuales. La chicha promedio tiene su primera relación sexual a los 17 años y el muchacho promedio a los 16, y alrededor de una cuarta parte de los jóvenes y las muchachas informan que tuvieron su primera relación sexual a los 15 años. 

Dos preocupaciones importantes acerca de la actividad sexual adolescente son los riesgos de contraer  infecciones de trasmisión sexual (ITS) y, en el caso de la actividad heterosexual, de embarazarse. Otros factores de riesgo son vivir en una comunidad con desventajas socioeconómicas, el abuso de drogas, la conducta antisocial y la cercanía con compañeros problemáticos. La supervisión de los padres puede ayudar a reducir esos riesgos. 

El uso de anticonceptivos entre los adolescentes aumentó desde 1990. Los adolescentes que usan más de un método anticonceptivo o hablan de la anticoncepción antes de tener su primera relación sexual demorada, son más propensos a usar anticonceptivos de manera sistemática durante esa relación. 
Desafortunadamente, muchos adolescentes obtienen buena parte de su "educación sexual" de los medios de comunicación, los cuales asocian la actividad sexual con la diversión, la emoción, la competencia, el peligro o la violencia y rara vez muestran los riegos del sexo no protegido. 

Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)

Las enfermedades de transmisión sexual (ITS) se propagan por contacto sexual. Es muy probable que las infecciones de transmisión sexual entre las adolescentes se desarrollen sin ser detectadas. Si bien los adolescentes consideran que el sexo oral es menos riesgoso que el genital, muchas enfermedades de transmisión sexual, en especial la gonorrea faríngea, se transiten de esa manera. 

La infección de transmisión sexual más común, que afecta a 18.3% de los jóvenes de 14 a 19 años, es el virus del papiloma humano (VPH) o verrugas genitales, que es la causa principal de cáncer cervical en las mujeres. El riesgo se eleva a 50% en las chicas con tres o más parejas. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que ocasiona el sida, se transmite a través de los fluidos corporales (principalmente sangre y semen), generalmente por compartir agujas para inyectarse drogas por vía intravenosa o por el contacto sexual con una pareja infectada. El virus ataca el sistema inmunológico del organismo, lo que incrementa de manera drástica la vulnerabilidad de las personas a dierreas enfermedades fatales. Los síntomas del sida incluyen fatiga extrema, fiebre, glándulas linfáticas inflamadas, nódulos, pérdida de peso, diarrea y sudores nocturnos. 

La educación sexual exhaustiva y el conocimiento sobre el VIH y las ITS son fundamentales para fomentar las decisiones responsables y controlar la propagación de las infecciones de transmisión sexual. 

Embarazo y Maternidad en la Adolescencia

Setenta y siete porciento de las adolescentes que llevan su embarazo a términoo tienen entre 18 y 19 años, 31% tiene entre 15 y 17 años y 2% de los nacimientos vivos corresponden a adolescentes menores de 15 años. En general 35% de las adolescentes decide abortar y 14% de los embarazos adolescentes termina en aborto espontáneo o en partos en que el bebé nace muerto. Una disminución considerable de los embarazos d adolescentes ha acompañado a decrementos constantes de las relaciones sexuales tempranas y con múltiples parejas, así como a un incremento del uso de anticonceptivos. 

Más de 90% de las adolescentes embarazadas describen sus embarazos como no planeados y 50% de ellos ocurre en el curso de seis meses de la iniciación sexual. Muchas de esas jóvenes crecieron sin padre. Un numero considerable de mujeres que asistían a una clínica de atención primaria, las que habían quedado embarazadas en la adolescencia tendían a haber sufrido durante la niñez abuso físico, emocional o sexual y/o a haber estado expuestas al divorcio o separación de os padres, la violencia doméstica, el abuso de drogas o a la presencia en el hogar de una persona con alguna enfermedad mental o involucrada en conductas delictivas. También los padres adolescentes suelen tener recursos financieros limitados, pobre desempeño académico y altas tasas de deserción escolar. Muchos padres adolescentes son a su vez producto de embarazos adolescentes. 

Es probable que las madres solteras adolescetes y sus familias tengan problemas financieros. Las madres solteras suelen abandonar la escuela y embarazarse de manera repetida. Ellas y sus parejas pueden carecer de la madurez, las habilidades y el apoyo social para ser buenos padres. A su vez, sus hijos son propensos a tener problemas académicos y de desarrollo, a deprimirse, involucrarse en abuso de drogas y en actividades sexuales precoces, a participar en actividades de vandalismo, a ser desempleados y a convertirse también en padres solteros. 


RELACIONES CON LA FAMILIA, LOS PARES Y LA SOCIEDAD ADULTA


La edad se convierte en un poderoso agente de vinculación en la adolescencia. Los adolescentes pasan más tiempo con los compañeros y menos con la familia. Sin embargo, los valores fundamentales de la mayoría de ellos permanecen más cercanos a los d sus padres de lo que en general se da uno cuenta. Los adolescentes más seguros tienen fuertes relaciones de apoyo con los padres que están en sintonía con la forma en que los jóvenes se ven a sí mismos, permiten y estimulan sus esfuerzos por lograr la independencia y ofrecen un puerto seguro en tiempos de estrés emocional. 


¿La Rebelión Adolescente es un Mito?
  
Los años de la adolescencia se han considerado un tiempo de rebeldía adolescente que involucra confusión 
emocional, conflictos con la familia, alejamiento de la sociedad adulta, comportamiento temerario y rechazo de los valores adultos. Los relativamente pocos adolescentes muy atribulados solían provenir de familias perturbadas y, en la adultez, continuaban con vidas familiares inestables y rechazaban las normas culturales. Los que fueron criados en hogares con una atmósfera familiar positiva tendían a salir de la adolescencia sin problemas graves, y en la adultez establecían matrimonio sólidos y llevaban una vida bien adaptada.

No obstante, la adolescencia puede ser una etapa difícil para algunos jóvenes y sus padres. El conflicto familiar, la depresión y la conducta de riesgo son más comunes que en otros momentos del ciclo vital. Aunque el conflicto familiar es relativamente poco frecuente, tiene un impacto importante en los problemas emocionales. Las emociones negativas y las oscilaciones del estado de ánimo son más intensas durante la adolescencia temprana, debido quizá al estrés asociado con la pubertad. En la adolescencia tardía, la emocionalidad suele estabilizarse. 


Cambios en el Uso del Tiempo y en las Relaciones


Una forma de medir los cambios en las relaciones de los adolescentes con las personas importantes en sus vidas es observar cómo aprovechan su tiempo libre. La cantidad de tiempo que los adolescentes pasan con sus familias disminuye de manera notable durante los años adolescentes. Sin embargo, esta separación no es un rechazo de la familia sino una respuesta a las necesidades del desarrollo. A menudo, los adolescentes jóvenes pasan tiempo a solas en su habitación para alejarse de las exigencias de las relaciones sociales, recuperar la estabilidad emocional  reflexionar sobre las cuestiones de identidad. 

Puede ser que, aunque la cantidad total de ayuda que brindan a sus familias varía entre los grupos étnicos y culturales, ayudar a la familia se asocia con sentimientos de vinculación y por consiguiente es benéfico. 


Adolescentes y Padres

Las relaciones con los padres durante la adolescencia -el grado de conflicto y la apertura de la comunicación- se sustentan en gran medida en la cercanía emocional desarrollada durante la niñez; a su vez, las relaciones de los adolescentes con los padres establecen las condiciones para la calidad de la relación con una pareja en la adultez. La adolescencia trae consigo desafíos especiales. Así como los adolescentes sienten cierta ambivalencia ante la dependencia de sus padres y la necesidad de desprenderse de ellos, los padres quieren que sus hijos sean independientes pero les resulta difícil dejarlos ir. Por lo tanto, deben pisar un terreno delicado entre dar a los adolescentes independencia suficiente y protegerlos de juicios inmaduros. Las tensiones pueden provocar conflictos en la familia y los estilos de crianza pueden influir en su forma y resultado. La personalidad también es un factor importante. La amabilidad de los adolescentes y la extroversión de los padres predicen la calidez de la relación.

La crianza autoritativa continúa fomentando un desarrollo psicosocial sano. Los padres que muestran decepción por la mala conducta de los adolescentes motiva de manera más eficaz la conducta responsable que los que imponen castigos severos. La crianza autoritaria demasiado estricta puede llevar al adolescente a rechazar la influencia de los padres y a buscar el apoyo y aprobación de los compañeros con todos los costos que ello implica. Los padres autoritativos insisten en las reglas, normas y valores importantes, pero están dispuestos a escuchar, explicar y negociar. Ejercen un control adecuado sobre la conducta del niño (control conductual), pero no sobre sus sentimientos, creencias y sentido del yo (control psicológico)


Adolescentes y Hermanos
A medida que los adolescentes pasan más tiempo con los compañeros, tienen menos tiempo y menos necesidad de la gratificación emocional que solían recibir del vínculo fraterno. A esta edad son menos cercanos a sus hermanos que a los padres o amigos, son menos influenciados por ellos, y se distancian aún más a medida que avanzan en la adolescencia. Los cambios en las relaciones fraternas bien pueden preceder a cambios similares en la relación entre los adolescentes y los padres: más independencia por parte de la persona más joven y menos autoridad ejercida por la persona mayor. 

A medida que se acerca la entrada a la educación superior, las relaciones con los hermanos poco a poco comienzan a ser más equitativas. Los hermanos mayores ejercen menos podr sobre los más jóvenes y estos ya no necesitan tanta supervisión. A medida que se reducen las diferencias de edad relativas, lo mismo sucede con las diferencias en la competencia e independencia. Los hermanos mayores pueden influir en que el menor fume, consuma alcohol o drogas. 


Adolescentes e Iguales

Una fuente importante de apoyo emocional durante la compleja transición de la adolescencia, así como una fuente de presión para desarrollar comportamientos que los padres reprueban, es el grupo de iguales. El grupo de iguales es una fuente de afecto, solidaridad, comprensión y orientación moral; un lugar para la experimentación y un escenario para convertirse en seres autónomos e independientes de los padres. Es un lugar para formar relaciones íntimas que sirven como ensayo para la intimidad adulta.
La pertenencia a la muchedumbre es una construcción social, un conjunto de etiquetas mediante las cuales los jóvenes dividen el mapa social con base en el vecindario, origen étnico, posición socioeconómica u otros factores: por ejemplo, los atletas, los nerds o los drogadictos. 

Las relaciones románticas adquieren mayor intensidad e intimidad en la adolescencia. Los adolescentes jóvenes piensan sobre todo en cómo puede afectar una relación romántica su posición en el grupo de compañeros. En la adolescencia media, la mayoría de los jóvenes tienen al menos una pareja exclusiva que dura de varios meses a alrededor de un año, y el efecto que tiene la elección de la pareja en la posición con los iguales suele perder importancia. A los 16 años, los adolescentes interactúan y piensan más en las parejas románticas que en los padres, amigos o hermanos.



CONDUCTA ANTISOCIAL Y DELINCUENCIA JUVENIL


Por lo general la delincuencia crónica surge de la conducta antisocial de conducta antisocial de inicio temprano. Se asocia con la interacción de múltiples factores de riesgo, que incluyen una crianza ineficaz, fracaso escolar, influencia de los iguales y del vecindario, y baja posición socioeomónica. Los programas que atacan los factores de riesgo desde una edad temprana han tenido éxito.


La Conversión en delincuente: Factores Genéticos y Neurológicos
 
La conducta antisocial tiende a presentarse en familias. Lo déficits neurobiológicos, en particular en las partes del cerebro que regulan las reacciones al estrés, pueden ayudar a explicar por qué algunos niños adquieren características antisociales. Como resultado de esos déficits neurológicos, que pueden ser el resultado de la interacción de factores genéticos o un temperamento difícil con ambientes tempranos adversos, es posible que los niños no reciban o no hagan caso de las señales de advertencia para refrenar la conducta impulsiva o temeraria. 


Convertirse en Delincuente: Cómo Influyen e Interactúan la Familia, los Iguales y la Comunidad


Los investigadores han identificado dos tipos de conducta antisocial: un tipo de inicio temprano que empieza alrededor de los 11 años, y que tiende a conducir a la delincuencia juvenil crónica en la adolescencia, y un tipo más suave, de inicio tardío, que empieza después de la pubertad y que suele surgir de manera temporal como respuesta a los cambios de la adolescencia. el desequilibrio entre la madurez biológica y la social, el mayor deseo de autonomía y la disminución en la supervisión adulta. Los adolescentes de inicio tardío tienden a cometer delitos relativamente menores.

En la adolescencia temprana puede existir una abierta hostilidad entre padre e hijo. Cuando las interacciones entre ellos se caracterizan por las críticas constantes, la coerción con enojo o la conducta grosera y poco cooperativa, el niño tiende a mostrar problemas de conducta agresiva, lo cual empeora su relación con el padre. La crianza ineficaz puede dejar a los hermanos menores bajo la influencia poderosa de un hermano mayor problemático, en especial si los hermanos son cercanos en edad. 

Igual que en la niñez, los adolescentes antisociales son propensos a tener amigos antisociales, y su comportamiento disfuncional aumenta cuando se asocian entre sí. Además, la naturaleza de algunas de las influencias de los iguales puede relacionarse con el desarrollo, a medida que la resistencia a los pares desviados aumenta en la adoescencia tardía y que la mayoría de los adolescentes pierden interés en pasar tiempo con amigos que se comportan de manera antisocial. Es menos probable que los adolescentes cuyos padres saben dónde están y qué están haciendo se involucren en actos delictivos o se asocien con iguales conflictivos. 


Perspectivas a Largo Plazo


La delincuencia alcanza su punto más alto alrededor de los 15 años y luego disminuye a medida que la mayoría de los adolescentes y sus familias aceptan la necesidad que tienen los jóvenes de afirmar su independencia. Sin embargo, los adolescentes que no ven alternativas positivas o que provienen de familias disfuncionales tienen mayores probabilidades de adoptar un estilo de vida antisocial permanente.

Los más propensos a persistir en la violencia son los muchachos que tuvieron influencias antisociales tempranas; los que muestran menos propensión son ls jóvenes de ambos sexos que alcanzaron éxito escolar temprano y chicas que mostraron un desarrollo prosocial temprano. 

Prevención y Tratamiento de la Delincuencia 


Así como la delincuencia juvenil tiene sus raíces en la niñez temprana, también deberían tenerlas los esfuerzo preventivos que atacan los múltiples factores que pueden conducir ala delincuencia. Los adolescentes que han participado en algunos programas de intervención en la niñez temprana son menos propensos a involucrarse en problemas que sus compañeros igualmente desfavorecidos. 

Los programas eficaces son los que se enfocan en los niños de las ciudades de alto riesgo y que duran por lo menos dos años durante los primeros cinco años del niño. Ejercen influencia directa en los niños por medio de la educación o cuidado diurno de alta calidad, pero también de manera indirecta pues ofrecen a las familias ayuda y apoyo orientado a sus necesidades. 

Por fortuna, la gran mayoría de los adolescentes no se involucra en problemas graves. Los que muestran problemas de conducta pueden y deben ser ayudados. Con efecto, orientación y apoyo, los adolescentes pueden evitar los riesgos, aprovechar sus fortalezas y explorar sus posibilidades cuando se aproximan a la vida adulta. 

REFERENCIAS

Quialia, T. (2015). La identidad del adolescente, la guía del buen lector. Youtube. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=-avHNEP8FEc

Papalia, D.   Feldman, R.  Martorell, G.  (2012).  El desarrollo físico en la adolescencia. Desarrollo Humano  (pp. 388-416).  México D.  F.: McGraw-Hill


Peinado, A. (2013). la adolescencia no es un problema. Youtube. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=AqxTUJAWzsI


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